Convento de Santa Paula

En el corazón del barrio de San Julián, uno de los más antiguos de Sevilla, no lejos de la Macarena, cerca de San Marcos y de la inmediata iglesia de Santa Isabel, se levanta la espadaña del monasterio de Santa Paula.
Es un monasterio de clausura monástica de monjas de la Orden de San Jerónimo. Está declarado patrimonio histórico artístico perteneciente al tesoro artístico nacional con el decreto del 3 de junio 1931.

Una gran patricia romana, descendiente de los Gracos y de los Escipiones, conquistadores de España, les debió su nombre de Paula. En el siglo IV, cuando lloraba su viudez, se encontró en Roma con San Jerónimo. Después de haber hecho en Roma una experiencia de vida monástica, dedicados al estudio de las Sagradas Escrituras, a la recitación de los salmos y a la vida de caridad evangélica, marcharon a Tierra Santa y fundaron en Belén dos monasterios: uno de varones y otro de mujeres en el año 386.

En el pasado, la extensión de sus jardines fue notable, de hecho el convento fue conocido por la presencia de grandes huertos.
La forma actual ha cambiado drásticamente debido principalmente a las modificaciones que ha sufrido como consecuencia de las reformas que se han producido durante años.
El interior de los edificios destaca desde el punto de vista arquitectónico y generan espacios amplios que forman jardines, patios y terrazas.

En 1473 el Papa Sixto IV concedió a doña Ana de Santillán y de Guzmán la bula para fundar el convento. Después de enviudar y perder su única hija, doña Ana decidió fundar el monasterio de las monjas de la Orden de San Jerónimo porque su familia era muy devota.
En 1475, 14 monjas recibieron el vestido de la orden y se establecieron en Santa Paula. Poco a poco el monasterio creció y con la expansión de sus locales llegó también nuevas monjas.
Pocos años después, en 1483, ya era necesario hacer algunos pequeños trabajos de mantenimiento de las instalaciones del convento. Afortunadamente doña Isabel Enríquez, viuda del Condestable de Portugal, decidió financiar la construcción de la iglesia y también se convirtió en su tumba y la de su marido.

A lo largo de los años y con la ampliación de los espacios de relevancia del convento, la nueva financiación provenía de la comunidad y con estas nuevas donaciones se permite mantener este bien patrimonial de gran valor histórico.

Finalizada en 1504, la portada de esta iglesia es una de las más interesantes que se conservan en la ciudad. Una combinación de los estilos gótico y mudéjar, y también hay numerosas referencias a los elementos renacentistas. Fue ejecutada por el escultor Pedro Millán con la colaboración del ceramista de origen italiano Francisco Niculoso Pisano. La iglesia se levanta entre los años 1483 y 1489. Pertenece al conocido tipo “de cajón” (de una sola nave), con coros alto y bajo a los pies de la nave.
El Gótico mudéjar afectó el tipo de cobertura adoptada, de hecho es elegido para cubrir el presbiterio con nervaduras góticas mientras que la nave se ha cubierta con un artesonado de madera que recuerda los elementos mudéjares.

La iglesia está ricamente decorada con grandes retablos que adornan los laterales de la iglesia acompañados de pinturas murales y la iconografía que le dan un valor añadido a la belleza de la iglesia.
El retablo mayor, presidido por una escultura de Santa Paula, fue realizado por José Fernando de Medinilla, en 1730. En los laterales del presbiterio se encuentran los sepulcros de los marqueses de Montemayor, recubiertos de azulejo de cuenca. En el muro izquierdo se levanta la tumba de doña Isabel Enríquez y de su hermano. En el lado del muro derecho se encuentra el retablo de San Juan Bautista.

En el convento hay un museo que se accede a través de el compás, a través del cual se llega a cerrar a una escala adosada al muro donde se llega en una sala del museo. Dentro de las salas se pueden ver varias pinturas que representan a varios santos, esculturas y libros antiguos.

La zona de clausura cuenta con dos claustros, uno principal y un otro más pequeño, conocido como “patio chico”. Ambos quedan comunicados entre sí mediante una arquería de vanos sobre columnas y arcos.
El perímetro del monasterio se destina para espacios auxiliares de menor entidad arquitectónica, tales como almacenes, lavaderos, ropería, algunas celdas dispersas, sin olvidar el antiguo noviciado, con estructura diferenciada de casa.

 

Contacto convento de Santa Paula:

Calle Sta. Paula, 11, 41003 Sevilla
954 54 00 22
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1. Puerta de la iglesia y Espadaña.

Fotografía: Patrizia Pusole (patri.pus@hotmail.it)

2. Fachada del convento.

Fotografía: Patrizia Pusole (patri.pus@hotmail.it)

3. Portada de la Iglesia