El convento Madre de Dios se está cayendo

El convento Madre de Dios, situado en la calle San José de Sevilla, es el convento sevillano que necesita una restauración con más urgencia. Además, las empresas constructoras que han pasado por el convento han contribuido al pésimo estado del edificio, con el expolio de imágenes y azulejos de gran valor.

Iglesia

El presbiterio de la iglesia del convento Madre de Dios está cerrado con un cordel, manifestando el estado ruinoso del artesonado mudéjar existente en los techos de la antigua sinagoga. Las hermanas dominicas se han visto obligadas a trasladar el lugar de la misa a otra zona del convento por la seguridad de los feligreses.

El muro de la fachada este está sufriendo un desplazamiento horizontal hacia la calle San José, claramente visible en las grietas del coro superior.

Además, está desprendiéndose la yesería del magnífico arco toral.

Casa del Capellán

Esta zona es la más castigada del convento, se encuentra apuntalada debido a los engaños de las empresas constructoras. Las estructuras de madera de los techos se mojan debido a las filtraciones de las cubiertas. Esto hace que la madera se pudra y se caiga al suelo.

Dormitorio Isabel la Católica

Cualquier ciudad mantendría los hitos históricos de especial interés ocurridos en ella para potenciar su turismo, pero Sevilla parece impasible ante estos aspectos. El dormitorio en el que Isabel I de Castilla moraba cuando visitaba el convento, podría ser una joya si estuviera restaurado, ya que actualmente sus ventanas se encuentran tapiadas para evitar robos y sus techos de madera ahora se encuentran en el suelo. Este dormitorio es un espacio bellísimo, digno de una intervención para recrear las estancias de Isabel la Católica a finales del siglo XV.

La situación actual del convento se debe a la Reina, ya que en el año 1496, otorgó a las monjas una manzana de casas situada frente a la parroquia de san Nicolás. Estas viviendas habían sido pertenencia de los judíos. También en la donación figuraba una sinagoga que las monjas convirtieron en oratorio cristiano.

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